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lunes, 12 de agosto de 2013

El Alto y su explosivo crecimiento

URBE | LA EXPANSIÓN DE ESTA CIUDAD SE DA EN MEDIO DE GRANDES CARENCIAS. LOS EXPERTOS AUGURAN QUE CONTINUARÁ CRECIENDO VERTIGINOSAMENTE Y QUE URGE PLANIFICAR SU DESARROLLO POR EL BIENESTAR DE SUS HABITANTES.

Es la ciudad más joven del país y también la que más rápidamente crece, sin embargo ese crecimiento se da en medio de la falta de planificación urbanística, la carencia de servicios básicos y de una creciente inseguridad ciudadana.

En una década, El Alto ha crecido más que el doble de lo estimado, y aunque las proyecciones futuras son más modestas,(30% para los siguientes diez años) la ciudad sufre de un crecimiento explosivo que ya es considerado problemático.

En los 270 kilómetros cuadrados de la ciudad ocupados por asentamientos urbanos, actualmente existen 1.200 barrios distribuidos en los diez distritos urbanos. Del total de las 1.200 urbanizaciones actuales, sólo la mitad cuentan con planos que son legales. Las otras son asentamientos con algún tipo de problema legal o con papeles que fueron extraviados en la quema de la Alcaldía en 2002, según explican en la municipalidad alteña.

La ciudad de El Alto es la segunda más grande del país, detrás de Santa Cruz, si se toma en cuenta la cantidad de predios existentes en cada jurisdicción. En esta urbe hay al menos 255.000 predios: unos ocupados, otros con muro de cerco o perimetral, y otros que ni siquiera tienen muralla y son considerados lotes.

El crecimiento de su población también ha sido geométrico y veloz. Entre 1940 y 1950, el área tenía unos 1.000 habitantes; en 1985, cuando fue reconocida como ciudad, se calculó una cantidad de 400.000 personas. Ahora cuenta con un millón de habitantes.

De acuerdo con los técnicos ediles, el crecimiento urbano de El Alto se dio en un sentido inverso al de cualquier ciudad: aquí la expansión fue de la periferia al centro, es decir hacia la Ceja, que es actualmente el área con mayor densidad poblacional por ser la más comercial.

Otro aspecto respecto a la población que apuntan las autoridades municipales, es que los migrantes llegan a ElAlto no con el objetivo de asentarse permanentemente, sino momentáneamente mientras logran crecer económicamente, su objetivo es volver a migrar una vez consolidados.

HACIA ARRIBA

Aunque el crecimiento es constante, las autoridades municipales pretenden que éste no continúe hacia los distritos rurales porque esto representaría un problema para el abastecimiento de los alimentos y la provisión de servicios básicos. Por eso planifican que la expansión futura sea vertical, es decir con la construcción de edificios como en la ciudad de La Paz. También en términos de planificación urbana, los técnicos prevén la conformación de sólo cuatro macrodistritos urbanos para no perder el control administrativo de las zonas.

El Alto ha tenido varios hitos que la identifican, uno de los más importantes ha sido la Relocalización Minera, mediante el Decreto Supremo Nº 21060 en el año 1986, que causó un movimiento migratorio de familias mineras hacia El Alto. Por eso, aproximadamente el 40 % de la población total existente, son inmigrantes de otros municipios de Bolivia y el mayor porcentaje de los mismos son aymaras del departamento de La Paz, y de los centros mineros del altiplano.

El 6 de Marzo de 1985, El Alto se convierte en la Capital de la Cuarta Sección de la Provincia Murillo, instituyéndose la Honorable Alcaldía de El Alto y la Junta Municipal, con la posesión de las primeras autoridades municipales elegidas por sufragio general, dando lugar a la división administrativa de la metrópoli al elevarse a El Alto a rango de Ciudad.

El Alto “nace” con una población de aproximadamente 307.403 habitantes, siendo el 9,1% de la población urbana del país; debido a la migración campo ciudad, extendiendo una mancha urbana de aproximadamente de 4500 Has.

En el Censo de 1992, el Instituto Nacional de Estadística (INE), señaló que las poblaciones de La Paz y El Alto sumaban un total de 1.118.870 habitantes. En la actualidad, la ciudad de El Alto es la segunda ciudad más grande del país, después de Santa Cruz. Junto a la ciudad de La Paz, forman el conglomerado urbano más grande del país, centro de gestión nacional e internacional y el mayor mercado para el consumo.

PROBLEMAS CLAVE

De acuerdo a los investigadores Fernando Molina Rodríguez y René Pereira Morató, el censo del año 2001 oficialmente publicó la cifra de 647.350 habitantes en El Alto, desplazando a la ciudad de Cochabamba en su rango de tercera ciudad de Bolivia.

La tasa promedio de crecimiento demográfico en el último intercenso 1992–2001 ha sido 5,1 por ciento, cuando el conjunto de las ciudades bolivianas lo ha estado haciendo a 3,6 por ciento.

Para tener una idea aproximada de lo que esto significa, crecer demográficamente a 5,1 por ciento equivale a pensar que, de mantenerse esta intensidad, la población duplicará su tamaño en apenas 14 años. Es decir, El Alto tendrá más de un 1,9 millones de habitantes el año 2015.

El actual ritmo de crecimiento (5,1 por ciento) no obedece sólo a flujos migracionales de origen rural, sino a un crecimiento vegetativo, lo que supone que esta ciudad se ha consolidado como un sólido asentamiento y a estas alturas ya se puede hablar de ciudadanos alteños “de pura cepa”.

Pero la migración aún mantiene su importancia. El Alto está entre los diez municipios del departamento de La Paz que recibe población migrante y no la expulsa como los 65 restantes, lo que significa que esta ciudad es todavía una importante receptora de las corrientes migratorias provenientes de la población rural paceña.

Hoy la ciudad de La Paz ha dejado de ser una alternativa para la población pobre, ya que este municipio, según el censo último, arrojó una tasa negativa de migración de –12,01 por mil habitantes.

SITUACIÓN DEL AGUA POTABLE

El Municipio de El Alto está conformado por nueve distritos de los cuales el noveno es considerado como “distrito rural”. Cada distrito se encuentra conformado por Organizaciones Territoriales de Base (OTB) según la Ley de Participación Popular. El Distrito 3 posee la mayor cantidad de OTB (118) y el mayor volumen de población (132.879 habitantes).

Entre los Distritos con valores altos en cuanto a densidad poblacional se destacan el número 6 (12.467 hab/km2) y 1 (10.806 hab/km2), respectivamente. El distrito con un valor menor es el número 7 (341 hab/km2).

El Distrito 4 posee un 65 por ciento de viviendas con este servicio cuya mancha urbana fue conformada a partir del año 1980; mientras que los distritos 7, 5, y 8, con una mancha urbana estructurada entre 1992 y 2001, carecen en casi su totalidad del servicio de agua potable.

Las tendencias poblacionales indican que los futuros ejes de expansión de asentamientos humanos se dirigen hacia el Distrito 8, por donde pasan las carreteras hacia el departamento de Oruro y a Viacha. Algo interesante por destacar es que el Distrito 6, cuyo principal uso del suelo es comercial, posee el servicio de agua, sin embargo presenta serias deficiencias en cuanto al servicio de alcantarillado, similar caso ocurre con el Distrito 4.

En suma, las OTB con mayor densidad de población (que se hallan en los Distritos 3, 6, 1, y 4) poseen en un 85 por ciento el servicio de agua.

No obstante, el déficit entendido como hogares que no disponen del agua cuya procedencia es de cañería de red y su distribución es por cañería dentro de la vivienda, está estimado en 64,5 por ciento. Este porcentaje se halla contemplando en 16.127 hogares que reciben agua no por cañería, a los que se adiciona 87.487 hogares que reciben agua por cañería fuera de la vivienda, sobre un total de 160.654 (descontados los 4.666 hogares rurales).

La situación descrita no ha sido tomada en cuenta por los prestadores del servicio de agua potable para asumir el desafío de otorgar una cobertura total con calidad a los ciudadanos alteños. Es decir, no se han contemplado en la toma de decisiones variables demográficas presentes (como el volumen poblacional, la tasa de crecimiento, la estructura por sexo y edad, etc.) y menos aún la prospectiva demográfica o una visión de mediano y largo plazo. Ello ha impedido que se tomen las necesarias previsiones. Tampoco se han considerado variables culturales (aseo, higiene, usos del agua, etc.) y la capacidad de pago de la población, ya que el consumo de agua es bajo, y lo es porque además de razones culturales influyen características económicas que obstaculizan el pago del verdadero valor del servicio.

IDENTIDAD ALTEÑA

Si bien se ha desarrollado una identidad alteña a partir de las protestas sociales de principios de la anterior década, la ciudad de El Alto forma parte de una mancha urbana mucho más grande que incluye a otras ciudades en un área metropolitana, dice el arquitecto David Quezada. Los múltiples problemas que actualmente superan los municipios alteño y paceño solo pueden resolverse en la conformación de una región metropolitana, asegura Quezada.

Los problemas de vivienda, de provisión de agua potable, de transporte urbano, de gestión de los desechos, de comercio interno, de servicios básicos, son problemas que trascienden los límites municipales, simplemente porque la población de ambas ciudades vive y trabaja entre ambas urbes. Quezada, director de la Red Habitat, explica que un área metropolitana debería considerar no solo a El Alto y La Paz, sino a otras ciudades colindantes como Viacha, Laja y Achocalla, para intervenir en los problemas ya no con un enfoque municipal, sino con una política metropolitana.

La seguridad ciudadana y el transporte público es otro problema común a varios municipios, pues se calcula en este último caso que cada día van y vienen entre ambas ciudades unas 600 mil personas a realizar diferentes actividades, especialmente laborales.

El comercio también es otro rubro que merece atención pues mueve a miles de personas de todas las ciudades del área metropolitana en la Feria 16 de Julio, por ejemplo. “No hay solución posible en La Paz si no se ve a El Alto, en el tema transporte y en el tema agua –dice Quezada, y no hay solución posible en El Alto si no se la ve a La Paz, a Viacha o Achocalla. Esos enfoques metropolitanos son importantes de ponerlos cada vez más en el debate y ahí no hemos avanzado gran cosa. En el enfoque metropolitano difícil es avanzar porque se requiere mucha voluntad política para tener esa mirada metropolitana en estos temas claves”.

Los problemas de diferente índole incumben a Viacha con El Alto, El Alto con La Paz, La Paz con Mecapaca, La Paz con Achocalla, etcétera. Pero al final es un mismo problema que es el problema de la región que tienen que ver con la gestión de residuos sólidos, de residuos líquidos, de agua potable, de alcantarillado, de protección del medio ambiente, de saneamiento básico, de transporte, de comercio y principalmente de planificación urbana.

“El discurso de querer separar las ciudades cae por su propio peso, la cantidad de gente que se moviliza entre ambas es abrumadora, no hay ya como pensar que una ciudad pueda vivir de manera aislada. Las ciudades han conformado una mancha urbana mucho más grande, a esa mancha urbana hay que ponerle políticas adecuadas, y se va a convertir en el motor de desarrollo del departamento y de Bolivia”, dice Quezada. (Con datos de Periódico Digital PIEB, La Razón, HAM de El Alto).

Entrevista

Juan Mollericona (*)

“El Alto, inseguridad y desorden”

OH!: ¿Considera que el crecimiento de El Alto ha sido planificado correctamente? Si no es así, ¿qué le falta?

El Alto como ciudad en el último tiempo ha tenido un crecimiento sostenido en términos de crecimiento demográfico y extensión territorial, hoy en día esta ciudad tiene 15 distritos municipales (2 rurales y 13 urbanos). En ese contexto, es uno más de los centros urbanos que crece desordenadamente y sin ninguna planificación urbanística. En ese sentido El Alto como ciudad carece de distintas necesidades vinculadas a la infraestructura urbana, como por ejemplo, cobertura de agua potable, alcantarillado y vías asfaltadas, entre otros. Es más, para las autoridades municipales de turno, la planificación urbanística de la ciudad de El Alto no ha sido un elemento estructural y fundamental de gestión municipal, aspecto que hoy en día dificulta a la ciudad para desarrollarse como una urbe planificada.

OH!: ¿Cuáles son las principales necesidades de la ciudad?

En términos generales, la falta de planificación urbanística ha generado una multiplicidad de necesidades básicas, entre ellos, la cobertura de servicios básicos y mejoramiento urbano de los barrios de reciente creación, como son los barrios marginales. Además de la interconexión de los caminos vecinales, construcción de vías alternas para el descongestionamiento de las áreas como la Ceja de El Alto, Cruce Rio Seco y Villa Adela. Aspecto que está ligado a la falta de política pública para descongestionar las vías de vehículos de servicio público, que a su vez, se ahonda en la medida que no existen programas para reinstalar a comerciantes de las vías públicas de la Ceja de El Alto, Zona de 12 de octubre y Villa Dolores.

En ese escenario el acceso a la salud, una morgue y terminal de buses interdepartamental y provincial son necesidades sustanciales para la población de la ciudad de El Alto, puesto que está urbe tiene cerca de un millón de habitantes. Por otro lado, el control de bares, cantinas, discotecas y alojamientos, son factores sustanciales para la incidencia de la inseguridad ciudadana, pero desde el accionar de municipio no se tiene políticas públicas.

OH!: ¿Qué pasa a nivel inseguridad y acceso a servicios básicos?

El tema de la inseguridad es uno de los elementos de mayor preocupación de la ciudadanía alteña, según la Encuesta de Victimización 2011 realizada por el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana. Asimismo, según las estadísticas policiales, es la segunda ciudad con mayores niveles de inseguridad a nivel país. En ese sentido, la inseguridad ciudadana de igual forma está vinculada a la falta de planificación urbanística y de mejoramiento urbano de plazas, avenidas, calles y por ende la falta de alumbrado público. A raíz de esta situación los asaltos y robos a personas, además de robo en domicilios se multiplicaron, es más los levantamientos de cadáveres son otro de los aspectos de preocupación, ya que los “delincuentes” luego de asesinar a sus víctimas tienden a botarlos en lugares lejanos donde no existe ni alumbrado público.

Por otro lado, una de las necesidades básicas es el tema del agua potable y el alcantarillado principalmente por el vertiginoso crecimiento de los barrios y villas de esta ciudad y la expansión desordenada de las mismas. Son dos necesidades básicas principales por la población creciente, no obstante, hoy en día El Alto es el “rebalse de la Hoyada”, ya que la ciudad de La Paz está muy saturada, en ese contexto esta urbe recibe a las nuevas familias paceñas y a los migrantes de las áreas rurales.

Los distritos de reciente creación carecen de este servicio. El distrito 7, 8, y 14 son ejemplos que carecen sustancialmente de este servicio. Además, como urbe tiene problemas de tratamiento de aguas residuales y tratamiento de basura que se ahondan más por la pobreza y políticas públicas en ese sector. Por lo cual, a corto plazo, generaran problemas de inundación y a la larga, problemas de contaminación.

(*) Juan Mollericona es sociólogo e investigador alteño.

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