Hay claras señales de que la realización de un nuevo censo, para corregir los errores admitidos por el de 2012, será una propuesta política para las elecciones presidenciales del próximo año. Ayer, tres de los cuatro bloques que han manifestado aspiraciones de poder y que tienen precandidatos, con excepción del MAS, sostuvieron que el próximo gobernante debe realizar una nueva consulta. Para el oficialismo, esa idea es demagógica, “pura charlatanería”.
Sin embargo, casi en sincronía, el jefe del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan del Granado; el gobernador cruceño y líder de Demócratas, Rubén Costas, y el jefe de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, sostuvieron que debido a las fallas de ejecución y a la poca credibilidad que tienen los resultados finales divulgados por la ministra de Planificación, Viviana Caro, se necesita un nuevo proceso.
“Cuando un censo tiene estas particularidades y todo mundo desconfía, ¿para qué sirve? (...) Por eso estamos convencidos de que en 2015 se debe realizar un nuevo censo”, expuso Costas desde La Paz. “Ellos (el MAS) se irán en 2014 y nosotros vamos a hacer un nuevo censo”, sostuvo Del Granado desde Santa Cruz, quien llamó ‘chambones’ a los administradores de la consulta del año pasado.
“Fue mala administración del proceso y eso perjudica a varios departamentos. No queda otra que hacer otro censo”, dijo Doria Medina, que aseguró también que ese planteamiento marcará la agenda previa a 2014, aunque, en su criterio, el nuevo Gobierno primero debe actualizar la cartografía.
El MAS responde
La reacción no se dejó esperar. Para la presidenta de Diputados (MAS), Betty Tejada, es demagógico, ilegal y busca confundir. “¡Qué gran oferta electoral!, que la plataforma electoral sea un ‘nuevo censo’ no es más que demagogia, charlatanería política”.
Tejada aseguró que el MSM debe preocuparse de ejecutar los Bs 1.300 millones que deja en caja y bancos de la Alcaldía paceña y que Demócratas debe preocuparse del desarrollo del departamento de Santa Cruz.
Jóvenes instalan huelga
Salvador Alfaro, de una organización de jóvenes de barrio, instaló anoche un piquete de huelga de hambre fuera del Comité pro Santa Cruz junto a otros cinco jóvenes en rechazo a los errores del censo 2012 y en contra de la “negociación de los resultados” de Santa Cruz con el Gobierno, como respuesta al desistimiento del directorio del Comité de asumir la protesta.
“El censo no se negocia”, se lee en sus pancartas prendidas en las rejas del ente cívico. Los manifestantes encaran una doble protesta y aseguran que seguirán hasta conseguir respuestas de las autoridades.
Por otro lado, los diputados Moisés Salces y Rafael López, de Convergencia Nacional (CN), que habían cuestionado a los cívicos por retroceder en la protesta y que habían anunciado una huelga para hoy, ayer comunicaron que pospusieron su reclamo para analizarla el viernes
Cuestiones internas
UN cuestiona a líderes
Arturo Murillo (UN) criticó a gobernaciones y cívicos de Santa Cruz y Cochabamba porque no defienden los resultados del censo.
Costas elogia a Revilla
El gobernador felicitó al edil paceño por el paro cívico realizado.
Federalismo fiscal
Costas plantea que el 50% de los recursos los administren las ‘U’, las alcaldías y las gobernaciones.
MSM, en campaña en Santa Cruz
Juan del Granado llegó a esta capital, habló con universitarios y expuso propuestas de gobierno.
INE descarta censo en La Paz
Luis Pereira, director del INE, descartó hacer un censo regional.
“Hacen negocios”
Para Del Granado, los empresarios de Santa Cruz están haciendo negocios con el Gobierno. Dijo que espera que sean legales.
ANÁLISIS
Los políticos ‘mercadean’ sus ofertas
Gustavo Pedraza / ANALISTA POLÍTICO
Primero, los resultados del censo 2012 no tienen la confianza ni de los actores políticos ni de la sociedad civil. Lo segundo, el Gobierno ha admitido que hubo errores en la cartografía, en la sistematización y en la presentación de la información. Hay elementos de convicción para pensar en que los políticos, sobre todo los de oposición, van a tratar de capitalizar el ánimo, la necesidad de la población de una rectificación de este proceso.
Las señales de hoy son indicios de que esta temática va a estar en la discusión de la agenda electoral del próximo año, no tanto porque lo digan ellos como políticos opositores o porque lo niegue el Gobierno, sino porque la desconfianza ciudadana es real. Las condiciones están dadas.
El fondo del tema es que el desarrollo del censo, en términos técnicos, tuvo problemas y generó desconfianza. Por lo tanto se plantea la necesidad de un nuevo proceso bien trabajado. Este nuevo censo coviene porque permitirá esclarecer muchas cosas, pero creo que bajo la administración del Gobierno va a ser difícil que suceda porque su postura es defender su trabajo
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