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martes, 13 de agosto de 2013

Luis Pedraza - Especialista en geografía electoral 'El Gobierno con el manejo del Censo ha 'matado' al INE'

El padrón electoral es una expresión de la población, y no se puede analizar el comportamiento electoral sin analizar el social, dice Luis Pedraza, senador por Convergencia Nacional (CN) y analista estadístico. Pedraza, que nació en el sur de Potosí, se especializó en geografía electoral e indica que viene siguiendo el tema de los censos desde la década del '70. "Hice análisis de información de los censos de 1992, 2001 y 2012”, dice nuestro protagonista de hoy.

¿Cuáles fueron las principales fallas de este Censo?
L.P.: Las fallas que se realizaron antes del Censo son: la boleta censal y la discusión previa que se realizó debido a la misma. También está la renuncia del director del INE y el uso del lápiz, sobre todo esta última porque levantó bastante susceptibilidad. Las fallas que se dieron después del Censo fueron: la triplicación de datos oficiales, otorgadas a través de las proyecciones que dio el INE durante 10 años, los anunciados por el presidente Evo Morales en enero, que fueron una suerte de presión, y los del 31 de julio. El retraso fue otra falla, eso queda demostrado por la tardanza en la entrega de resultados, en los que nunca se había atrasado tanto.

¿Qué solución se puede aplicar para corregir las fallas?
L.P.: Solo un nuevo censo puede corregir estas fallas, en que la participación de las personas, son sus sugerencias, le devuelva la confianza al INE. Porque los datos actuales no gozan de la credibilidad. Se debería seguir el ejemplo chileno, por ejemplo.

¿Hubo la fiscalización adecuada?
L.P.: No la hubo, más bien, el Gobierno hizo todo solo, un ejemplo: la boleta censal que se hizo pese a la oposición de las organizaciones, personalidades y otros. Al no incluir la palabra mestizo se perdió más de 1 millón de personas que no pudieron autodefinirse. Además de una nula fiscalización existió una manipulación en este Censo.

¿Cómo queda la imagen del INE?
L.P.: A nivel institucional está devaluada, se podría decir que el Gobierno con el manejo del Censo ha matado institucionalmente al INE, al igual que con el Ministerio Público y el Tribunal Constitucional. Al parecer la desinstitucionalización de las instituciones es la práctica de este gobierno.

¿Quiénes son los perjudicados con estas cifras?
L.P.: El pueblo boliviano en general, no solo porque algunos van a recibir menos de lo que les corresponde; como Santa Cruz, Beni, Tarija, Cochabamba y otros. Hay departamentos como Potosí y Oruro que se han beneficiado pese a que las proyecciones indicaban que Beni tenía más población que Oruro.

¿Cuál ha sido la evolución porcentual de la población en las ciudades?
L.P.: En los últimos 62 años el comportamiento poblacional en Bolivia ha tenido dos características; la primera es que la población del occidente ha crecido menos que la del oriente, esto gracias a la migración. Y la otra característica es que la población ha ido del campo hacia las ciudades, por ejemplo, en la década del 50, el 30% de la población en Bolivia vivía en el área urbana y el resto en la zona rural.

¿De cuántos escaños le tocaría a cada región?
L.P.: Ese pareciera ser el objetivo más grande de esta manipulación. Con los datos de enero, que se denominaron preliminares, la distribución era diferente, por ejemplo, Santa Cruz debería tener más representación política que otras regiones como La Paz o Cochabamba.

¿Servirá la evaluación de organismos internacionales?
L.P.: La auditoría solo confirmaría los errores y problemas de manipulación, pero no podría salvar al mismo. Por otra parte, las movilizaciones que hace la gente no harán que el Gobierno cambie de parecer porque sería como admitir una derrota.

'Ninguna auditoría puede reparar las fallas de este censo de población'.

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